domingo, 17 de noviembre de 2013



FUEGO,PERFUME Y BRASA

Amor de juventud; fuego, perfume y brasa,
y tus brazos eran brasas, eran llamas encendidas;
dos cuerpos que se fundían, juntos en la misma hoguera.
La perfección de tu boca, la mía la conocía,
cuando rosabas mi cara, miel de mis labios brotaba;
perfume de la mañana, silencio de madrugada.

Eras mi sueño anhelado, mi esperanza; tu llegada,
eras luz, eras fragancia..., joven fui y aún madura
hoy recuerdo la ternura de descansar en tus brazos.
El perfume de tu piel, perdura aún en mi almohada,
tus manos me conocieron mejor que la Luna blanca;
que el Lucero de la noche, que la lluvia, que la escarcha.

¡Qué ironía vida mía, ninguno de los dos sabía,
la emboscada de la vida!

(...) 

M. del C. GARCÍA.